viernes, 28 de febrero de 2014

Globalización, cambio tecnológico y sistema educativo


GLOBALIZACIÓN, CAMBIO TECNOLÓGICO Y SISTEMA EDUCATIVO

 

Por Javier Brown César

 

La tecnología es la respuesta; ¿cuál era la pregunta?

[Circa 1999]

INTRODUCCIÓN

 

En este fin de milenio estamos siendo testigos de una revolución global y tecnológica cuyos únicos paralelos son quizá la invención de la imprenta y la creación de la escritura. La dinámica del cambio tecnológico y social acelerado implica retos y oportunidades inusuales, que si no son aprovechadas con oportunidad, pueden llevar a una ampliación significativa de las diferencias existentes entre naciones pobres y ricas, y entre grupos marginados y privilegiados. Los factores principales del cambio cultural, económico y político que vivimos en este fin de milenio son:

 

1. La globalización de las comunicaciones, las finanzas y los mercados, lo que lleva a una especie de planetarización de procesos que antes se daban principalmente a nivel regional. Además, este proceso implica la transformación “de economías cerradas a economías competitivas más abiertas y de estructuras dominadas por el Estado a estructuras de mercado”[1].

2. El proceso acelerado de cambio tecnológico cuya dinámica implica la sustitución de tecnologías en el corto plazo.

3. Los procesos de democratización que se viven en los países de América Latina. Estos procesos tienen en su fundamento el concepto de Estado de derecho explicitado como aquél donde la letra de la ley es observada por todos. Junto con este proceso de transición, se ha puesto un mayor énfasis en el fortalecimiento de la esfera de la sociedad civil y en el fortalecimiento del sector privado de la economía. 

4. El énfasis en las localidades, como resultado de una nueva dinámica centro/periferia, donde el municipio comienza a ser tema central del debate político y un espacio de poder cuya “valoración real” se está dando en estos momentos.

5. La “producción” de una nueva cultura laboral, con base en nuevos códigos y valores. Parte de esta cultura es la posibilidad de realizar el trabajo de oficina desde la propia casa, haciendo uso de un módem para enviar resultados.

 

Estos cambios globales, que conforman el signo de los tiempos actuales, tienen particular relevancia para el sistema educativo nacional y parecen preludiar una auténtica revolución tecnológica. El problema central que se esboza en este trabajo es el del impacto de la tecnología educativa en la forma como se da el proceso enseñanza-aprendizaje y los retos de calidad que se plantean a raíz de la inserción de nuevas complejidades.

 

La tecnología educativa es uno de los conceptos más difíciles de definir, debido a su amplitud, ya que bajo el rubro de tecnología de la educación se pueden comprender tanto materiales impresos, como casetes, programas de radio y televisión, instrucción asistida por computadora o capacitación basada en computadoras, redes e inclusive instrumentos en apariencia tan rudimentarios, si se les compara con los actuales adelantos tecnológicos, como el pizarrón y la tiza[2]. El momento actual presenta un atractivo muy especial, ya que la revolución de los microprocesadores cataliza cambios constantes y provoca nuevas adaptaciones,  nuevas formas de hacer las cosas y plantea retos inéditos.

 

GLOBALIZACIÓN Y SISTEMA EDUCATIVO

 

Como resultado del inevitable fenómeno de la globalización, ciertas redefiniciones se están introduciendo en la concepción de la educación:

 

1. En la dinámica parcialidad/integralidad, generalización/especialización, la educación se orienta preponderantemente al polo de las estructuras integrales y a la construcción de marcos de referencia amplios a partir de los cuales se da la diferenciación y la especialización. Parte de esta transformación es el énfasis que se da al trabajo interdisciplinario y a la teoría de las transdisciplinas, entre las cuales se contemplan: la teoría general de sistemas, la teoría de la evolución y la teoría de la comunicación.

2. Los tiempos didácticos pasan por un momento de redefinición, en el sentido de que la educación se enfrenta al reto de constituirse en un aprendizaje continuo antes, durante y después de la escolarización. Este cambio implica también un énfasis en relaciones asincrónicas, sobre las relaciones sincrónicas, en el sentido de que los eventos pueden ser recreados después de que han acontecido, de que las personas no necesitan comunicarse necesariamente de forma actual, sino también virtual, lo que lleva aparejado el énfasis en el aprendizaje individual sobre el grupal y al aprendizaje basado en el alumno[3].

3. Algunos de estos cambios permiten una nueva disposición del tiempo y un espacio propicio para el aprendizaje reflexivo, la expresión creativa y la formación de comunidades de aprendizaje por medio del trabajo compartido, el diálogo y la interacción[4].

 

TECNOLOGÍA Y SISTEMA EDUCATIVO

 

Al interior del sistema educativo el uso intensivo y extensivo de la tecnología no solamente se ofrece como una vía que genera altas expectativas en sus posibles resultados futuros, sino también plantea nuevas dificultades, derivadas de la emergencia de nuevas complejidades. El vector favorecido en la actualidad en el uso de la tecnología es una especie de pantecnologismo, bajo el cual se afirma que la tecnología representa la solución primera y última a todos los problemas, ya que ciertamente agiliza procesos y trámites, permite la realización de comunicaciones de forma asincrónica, sustituye materiales obsoletos, etc. Pero, el aspecto de los retos e inclusive de las amenazas que plantea la introducción y el uso de la tecnología se deja de lado en ocasiones, con el optimismo que caracteriza la fe absoluta en los sistemas tecnológicos.

 

Ante todo es importante tener consciencia de los cambios culturales que la tecnología promueve, para considerar posteriormente los retos que plantea. Varios vectores de cambio son ubicables con toda claridad:

 

1. Con la introducción de tecnología la realización de actividades rutinarias se deja a cargo de máquinas, que permiten una liberación de las personas de ciertas actividades repetitivas, mecánicas y en muchas ocasiones tediosas. Como resultado, el énfasis se está dando ahora en facultades cognoscitivas de índole superior.

2. Como resultado de la introducción de robots en muchas actividades, se ha dado un cambio significativo en el mundo laboral: si los robots realizan labores físicas que tradicionalmente han correspondido a los seres humanos, lo que queda para los seres humanos son actividades que las computadoras no realizan bien: como son los trabajos que requieren creatividad, originalidad e inventiva; valoraciones, planteamiento y análisis crítico de problemas, asignación de prioridades; búsqueda de información pertinente y relevante; creación de soluciones originales e innovadoras; aplicación de estas soluciones y detección de fallas en proyectos piloto innovadores[5].

3. Como resultado de la priorización en las facultades cognoscitivas de índole superior, se da un cambio significativo en la temporalización del conocimiento. Ahora existe un mayor énfasis en aquellos conocimientos que se pueden denominar de vida media larga, los cuales son principalmente de carácter teórico o referidos a oficios complejos, mientras que los conocimientos de vida media corta, o sea, los conocimientos respecto a procesos, aspectos técnicos y profesionales específicos, se consideran ya menos relevantes.[6]

4. Como resultado de la incorporación de los recursos tecnológicos a diferentes entornos y ambientes, el dominio de la tecnología ha llegado a ser considerado en la actualidad como una capacidad indispensable para tener éxito en la vida.

 

TRADICIÓN/NOVEDAD

 

Lo nuevo es por lo general factor de incertidumbre, sobre todo cuando cataliza el cambio en el muy corto plazo. La introducción de un nuevo plan de estudios o de una nueva herramienta o recurso didáctico tiene que vencer varios tipos de resistencias para afianzarse y probar sus beneficios y la medida en que puede ser exitosa. Por tradición, se llega a considerar que existe una mejor manera de hacer las cosas y si este uso se ha arraigado por mucho tiempo, entonces se le da el estatuto de procedimiento, “receta” o programa inmodificable. En un primer momento, la introducción de tecnología puede aparecer como un factor externo al sistema educativo que o bien puede ser visto como una amenaza a intereses personales o de grupo e inclusive como factor de riesgo político, o bien puede ser considerada como una oportunidad para la solución de problemas urgentes.

 

De manera similar a como funcionan los mercados de bienes económicos, la introducción súbita de la tecnología en el medio educativo puede causar un impacto importante en el corto plazo. Este impacto puede definirse inicialmente (y siguiendo la analogía con la economía) como inflación[7], o sea, como una (sobre)abundancia de posibilidades, como una generación de expectativas muy altas e inclusive como una sobrevaloración de las posibilidades. Este impacto inflacionario inicial que representa la innovación tecnológica pierde mucha de su fuerza y dinamismo en el mediano plazo, pudiéndose inclusive provocar un fenómeno deflacionario que lleva a la subvaluación de la tecnología y que tiene como referente los fracasos que se dan cuando no se siguen ciertos criterios y orientaciones. No obstante, la valoración que se da en el largo plazo puede hacer que las “aguas tomen su curso” llevándose a una visión realista de los alcances y limitaciones del impacto tecnológico en el ámbito educativo.

 

Las barreras o resistencias que se presentan con la introducción de nuevas tecnologías en el ámbito educativo son principalmente las siguientes:

 

1. Barreras institucionales. La introducción de tecnología de punta se dificulta en aquellas instituciones que están acostumbradas a rutinas, y que han adoptado procedimientos y formas de organización rígidas.

2. La barreras programáticas. El elemento de novedad que aporta el uso de la tecnología de la educación implica la revisión y modificación de los programas de estudios e inclusive de la jornada escolar[8].

3. La resistencia de las organizaciones sindicales. El sindicato magisterial puede presentar serias objeciones a la innovación, sobre todo si no hay una percepción clara del beneficio productivo que la introducción de tecnología puede acarrear, sobre todo en el corto plazo.

4. Barreras en las telecomunicaciones. Las empresas estatales de telecomunicaciones pueden desconocer los tratados y acuerdos internacionales, aún inclusive los suscritos por el propio país.

5. La barrera del disenso (la falta de consenso). Toda incorporación de tecnologías relativamente poco conocidas, como puede ser el caso de redes de cómputo, se encuentra ante el temor, la resistencia y la incertidumbre ante lo nuevo. La estrategia más usual para contrarrestar estos efectos es mediante campañas amplias de difusión e información.

6. La resistencia a la tecnología. El rechazo de la tecnología se potencia si el posible usuario no encuentra un uso productivo en el corto plazo, en este sentido se puede recurrir a usos triviales de la tecnología efectuados en el marco de los recursos disponibles a nivel regional. La tecnología suele rechazarse si no existen capacidades de exploración y juego, pero también si no se le encuentra un uso productivo concreto. La visión constructivista que tiene como consecuencia el que “El aprendizaje es mayor cuando los alumnos participan en la construcción de un producto significativo...”[9] lleva aneja la perspectiva de que la computadora se usa para impulsar al alumno a indagar.

7. El rechazo del magisterio. Si bien se puede superar la resistencia inicial a la introducción de tecnología con un programa deliberado de orientación y formación profesional para que maestros y administradores aprendan a usar la tecnología y a integrarla en su currículo, es también importante realizar un esfuerzo serio y bien meditado para enseñar a los maestros a usar las computadoras con un enfoque productivo, que les permita vincular un beneficio directo a la inversión de tiempo realizada. Además el apoyo pedagógico y tecnológico debe ser duradero y constante, tomando en cuenta el tiempo que se necesita para asimilar los cambios en los métodos de enseñanza.

8. Barreras legales. En muchas ocasiones la sobrerreglamentación de ciertas actividades desincentiva la introducción de novedades, por lo que en muchas ocasiones los sectores menos reglamentados funcionan como catalizadores del cambio. La desregulación se considera como una parte importante del cambio de un Estado de bienestar a un Estado facilitador.

9. Barreras comerciales. Las cuales se refieren a las limitaciones en la importación de tecnología de vanguardia debida a aranceles altos.

10. Barreras culturales. Fundamentalmente se vinculan con puntos de vista altamente estereotipados o prejuiciados respecto a la introducción de tecnologías como la educación a distancia, la introducción de redes y otros sistemas, sobre todo entre todos aquellos que no conocen las nuevas tecnologías. La estrategia común para hacer frente a estas barreras es mediante campañas de formación e información.

11. Resistencias por falta de incentivos. En este caso, pueden faltar incentivos para que las escuelas introduzcan tecnologías que aumenten su eficiencia. En esta dirección, se pueden promover incentivos o exenciones fiscales, como parte de las políticas de ingreso y gasto público.

 

RETOS

 

Los retos que para México plantea el fenómeno mundial de la globalización, el uso intensivo y extensivo de tecnología y el cambio en la cultura laboral son enormes: el reto fundamental  es que, de cara al nuevo milenio, se necesita otra cultura de la educación. Dos escenarios futuros se pueden perfilar:

 

1. La tecnología puede llevar, a través de un complejo de selecciones, adaptaciones e interacciones al interior de los nuevos programas de formación y capacitación, a una economía basada en el conocimiento y en su democratización.

2. La tecnología afecta las interacciones entre grupos marginados y favorecidos, aumentando la brecha entre privilegiados y desposeídos, lo que lleva a una carencia ingente de recursos humanos calificados[10].

 

El segundo escenario es digno de tomarse en cuenta, sobre todo si se considera que el crecimiento económico es visto como una oportunidad de progreso para todos, pero la generación de más riqueza no necesariamente implica una derrama de ganancias a los sectores desfavorecidos y sí en cambio puede lleva a la ampliación de la brecha entre ricos y pobres. Ante esto, nos enfrentamos a un reto de equidad, de igualdad de acceso a oportunidades y de justicia social. Este reto se refiere no sólo a la equidad educativa, a los sistemas compensatorios y a las campañas de alfabetización, sino también a la garantía de una educación de calidad accesible a toda la población; ciertamente este es un ideal, pero su búsqueda permite tener un sentido claro de la orientación de los programas educativos.

 

Entre los retos significativos que se enfrentarán en el próximo milenio encontramos:

 

1. Educar para la economía del futuro. Esto implica el ofrecer a la población la educación permanente que exigirán las economías del próximo siglo, las cuales harán uso intensivo de los conocimientos y la informática.

2. Reconceptualización de la educación. Es importante considerar que el paradigma de la educación basado en la producción en masa de ciudadanos con conocimientos prefabricados y títulos que los habilitan para una larga carrera profesional, está cediendo su lugar a un paradigma en el que el modelo pedagógico debe dotar a los ciudadanos de aptitudes para aprender durante toda la vida, en un entorno social en el cual las tecnologías de la comunicación y de la información serán pilares de la infraestructura[11].

2. Reto de la equidad. La cuestión de la equidad y la igualdad de oportunidades se plantea con urgencia para los países donde prevalece la distribución inequitativa de la riqueza. El mecanismo compensatorio que se orienta a romper “la transmisión generacional de la pobreza” consiste en proporcionar a todos los ciudadanos elementos básicos para que puedan educarse, rompiendo las barreras de la pobreza y el aislamiento, promoviendo el acceso adecuado a la tecnología para todos los alumnos.

3. Reto de capacitación. Es importante desarrollar un programa deliberado de orientación y formación profesional para que maestros y administradores aprendan a usar la tecnología y a integrarla en su currículo, así mismo, se puede preparar a los maestros para que den a los alumnos ejercicios prácticos interesantes para aprovechar las nuevas herramientas productivas[12].

4. Reto programático. La generación de un nuevo concepto de educación implica un nuevo sentido de orientación, el establecimiento de metas claras y estrategias adecuadas para alcanzarlas, el seguimiento permanente y la evaluación de los resultados. A su vez, deben llevarse a cabo reformas integrales bien meditadas, y una operación del diseño intencional consecuente aunada a la evaluación y al control sistemáticos. Lo difícil de las reformas en educación no es planearlas, sino llevarlas a cabo[13].

5. El reto de infraestructura en telecomunicaciones. Este es un reto doble: por un lado implica la incorporación sistemática del uso de los medios de comunicación y la informática, y por el otro, la necesidad de crear una infraestructura amplia de telecomunicaciones que sea la base para la introducción de las nuevas tecnologías, a partir de la aceleración de inversiones en infraestructura de la informática[14].

10. El reto de la incentivación y la motivación. Con este reto no sólo nos referimos a la necesidad de trabajar con maestros y alumnos motivados, sino también a la necesidad de generar un clima empresarial positivo y orientaciones normativas claras para fomentar el desarrollo de redes de comunicaciones generalizadas y eficientes con el propósito de facilitar el acceso a sistemas de información asequibles.

11. El reto de la formación. El trabajo con nuevas tecnologías lleva a una reconceptualización de procesos cognoscitivos, en el sentido de que el conocimiento debe entenderse como algo complejo, dinámico y sensible al contexto, además de facilitar que los educandos construyan activamente el conocimiento al formular ideas mediante representaciones y enfoques complejos[15]. Además, el enseñar a los alumnos a usar las computadoras como herramienta productiva es una manera segura de introducir computadoras en las escuelas, la cual puede conjuntarse con estrategias como: permitir que los alumnos jueguen libremente con las computadoras y ponerlas a su disposición varias horas fuera del horario de clases[16].

12. El reto informático. Debido a que no es conveniente instalar computadoras en las escuelas sin un mínimo de software es necesaria una estrategia de desarrollo de software orientado por regiones, por niveles o por grupos sociales[17].

 

ACCIÓN CONJUNTA

 

Para hacer frente a las barreras y asumir los retos bosquejados con anterioridad, se requiere no sólo de un amplio consenso entre los diversos actores que intervienen en el proceso educativo, sino de una acción concertada que permita lograr un efecto sinérgico que potencie las capacidades de todos los sectores productivos y del gobierno. Esta acción conjunta requiere de varios presupuestos y realizaciones:

 

1. Para lograr una acción conjunta se requiere de un necesario cambio en el papel del Estado y en el del sector privado. Este cambio no implica una reducción del Estado a su mínima expresión, sino la gestión conjunta del cambio necesario que se debe dar en el sistema educativo, gestión en la que el Estado tiene un papel principal[18].

2. Para usar la tecnología con éxito se requiere de la participación comprometida, activa e interesada de los docentes y sobre todo del convencimiento de los directivos.

3. La acción conjunta debe darse en los siguientes aspectos: la planificación sistemática, la ejecución controlada y la evaluación continua de los procesos[19].

4. La acción conjunta debe tender a reinventar o reconfigurar completamente el sector estratégico de la educación. En este sentido, muchos de los desafíos que se pueden enfrentar no son tanto de índole técnicos como de índole institucional o política[20].

5. Se requiere una reforma de la política de telecomunicaciones para reducir el costo de la transmisión de conocimientos.

6. Es necesaria la conformación de liderazgos fuertes al interior de los equipos administrativos, los cuales deberán tener la sensibilidad suficiente para asimilar los cambios en distintos sectores de la sociedad y para la adaptación de las actividades de la Secretaría de Educación Pública al ritmo de cambio que se espera de los docentes.[21]

7. Se requiere una política educativa estable, con apoyos constantes, con mensajes coherentes, con continuidad en sus principales lineamientos y con equipos estables de personas en cargos directivos[22].

8. Se debe destinar un presupuesto amplio destinado al sector, ya que las computadoras requieren de una fuerte inversión[23].

9. Se debe incorporar una participación amplia de expertos de toda la gama política, con el fin de lograr un programa generado a partir de un consenso amplio.

10. Es necesario mantener una política de vinculación estrecha con los docentes, además de aumentar considerablemente su sueldo y mejorar su entorno laboral. Adicionalmente, la capacitación puede, e incluso debe considerarse, como parte de la jornada de trabajo de los docentes[24].

11. Se debe dar prioridad a la incorporación de la informática en todos los niveles de la administración..

12. Se requiere invertir en una buena infraestructura nacional de comunicaciones y en la formación de expertos en ingeniería de sistemas y educación.

13. Se requieren establecer metas nacionales no sólo para la educación, sino también para el cableado y la conectividad. La pregunta pertinente es en este caso: ¿Conectarse para qué y con quién?[25]

14. El gobierno debe adoptar directrices que garanticen el acceso al uso de las tecnologías y su uso competente. A la vez, debe dar seguimiento a la aplicación de las políticas y planes y evaluar los resultados obtenidos.

15. Por último, es necesario ampliar la cobertura de las redes, manteniendo un buen nivel en el apoyo a maestros, trazando estrategias para aprovechar Internet y su potencial para la comunicación y la información por multimedios, y fomentando la participación activa del sector privado en el mantenimiento de laboratorios de informática[26].

 

APLICACIÓN SELECTIVA

 

La acción conjunta es sólo una parte del proceso de cambio, ya que la introducción de toda nueva tecnología resulta de un proceso complejo donde intervienen (o por lo menos deben intervenir) múltiples selecciones. Entre los principales aspectos a considerar dentro de una aplicación selectiva de la tecnología se encuentran:

 

1. La selección y el uso de la tecnología debe darse en función de las características específicas de localidades y regiones: no parece haber una tecnología que tenga éxito unánime en diferentes entornos. Por ello: a diferentes entornos, diferentes recursos y usos de la tecnología. Además para el medio rural puede presentarse información de auténtica utilidad para la vida cotidiana de la población, especialmente en temas relacionados con la agricultura, la salud y la familia[27].

2. El uso de la tecnología necesariamente pasa por un proceso de revisión a fondo de programas educativos. La selección de medios, formas, herramientas y/o instrumentos se da en función de un programa, el cual idealmente refleja las valoraciones sociales respecto a lo educativo.

3. La calidad en la aplicación de la tecnología en el ámbito educativo debe partir del presupuesto de la realización de varias selecciones, basadas en diferentes parámetros: entre ellos se encuentran el costo, la eficacia en función del costo, la evaluación respecto a qué tan amigable resulta la interfase y la identificación de sus alcances y limitaciones, estudios de factibilidad y de costo/beneficio, la valoración de interconectividad, la capacidad de conversión de formatos y de interacción con Internet, el diseño estructural, etc.

5. La selectividad también implica tomar seriamente en cuenta los problemas nuevos que acarrea la introducción de la tecnología en gran escala, tendiendo a una “introducción sensata” de la tecnología en el ámbito educativo. Esta “introducción sensata” puede darse bajo parámetros de calidad, relevancia y pertinencia.

6. Seleccionar experiencias e iniciativas que incorporen los métodos emanados de la investigación y el desarrollo en el campo de la educación que han dado buenos resultados.

 

OPORTUNIDADES

 

Si bien la tecnología no es una actividad educativa en sí misma, sí  es un instrumento o un medio para alcanzar un fin: si las computadoras no son una panacea si pueden ser un catalizador[28]. En la coyuntura actual, México puede aprovechar las nuevas tecnologías educativas para dar un salto en el lento ritmo de desarrollo impuesto por los modelos tradicionales de enseñanza, con este fin, la reorientación del currículo y del entorno de aprendizaje son necesarios para aprovechar al máximo las posibilidades que ofrece la tecnología de la informática.

 

A pesar de que puede darse un período inicial de auge, generación de amplias expectativas y esperanzas, es importante considerar que por ahora, el uso de la computadora en el aula tiene un potencial mucho menor para México que las tecnologías que se usan en la educación a distancia, como la televisión[29], la radio, la correspondencia y la Internet, las cuales permiten responder a necesidades regionales específicas compensando las deficiencias de la disponibilidad de maestros o inclusive su completa ausencia en regiones muy pobres[30].

 

El uso de la educación a distancia está provocando un cambio en la educación superior, sobre todo porque esta forma de educación presenta ahora mayores ahorros que antes. Inclusive, algunos analistas afirman que en un futuro próximo habrá más personas estudiando en a distancia que en las universidades tradicionales, sobre todo en el ámbito de la formación técnica y profesional[31]. El mayor éxito de la educación a distancia consiste fundamentalmente en la extensión de la enseñanza a sectores subatendidos, este éxito se debe también a que la tecnología reemplaza de forma total o parcial al maestro y la clase tradicionales, generalmente reduciendo el costo. Ante todo, es importante valorar las experiencias positivas que se han dado en México en el rubro de la educación a distancia y poner énfasis en este recurso como mecanismo compensatorio.

 

Por último, las redes y los medios de conocimiento se ofrecen como atractivas posibilidades en el ámbito educativo. Por un lado, las redes permiten conversar con interlocutores distantes en una forma relativamente natural, especialmente a medida que se van introduciendo las videoconferencias por multimedios en lo que antes era comunicación electrónica por medio de texto. Por otro lado, los medios de conocimiento (los cuales resultan de una combinación de tecnologías de la informática y la comunicación) procuran captar, almacenar, impartir, compartir, acceder, crear, combinar y sintetizar conocimientos, representando así otro sector de oportunidad en el ámbito educativo.

 

En definitiva, el uso sensato de la tecnología es un proceso complejo que introduce instrumentos, herramientas y procesos que configuran un cambio radical en la concepción de la educación. En la medida en que podamos incorporar estas tecnologías mediante programas bien meditados, con parámetros de calidad y productividad claros, con metas precisas y con evaluaciones constantes, seremos capaces de no sólo motivar una mejora cuantitativa en el sistema educativo nacional, sino también de lograr que ésta se oriente a una educación de calidad, o como se dice de manera reiterada actualmente: a una educación de excelencia.



[1] W. Bowman Cutter. ”La opinión del sector privado: necesidades y oportunidades”. En La educación en la era de la informática: qué da resultado y qué no. Compilado por Claudio de Moura Castro. Nueva, York, Banco Interamericano de Desarrollo, 1998. p. 85
[2] Cfr. Jeffrey M. Puryear. “Aspectos económicos de la tecnología de la educación” En La educación en la era de la informática. p. 43-44.
[3] Cfr. John Daniel y Anne Stevens. “Ejemplos de buenos resultados: el uso de la tecnología de la educación fuera de la escuela”. en La educación en la era de la informática. p. 174.
[4] Cfr. Wadi D. Haddad. “Educación para todos en la era de la globalización: el papel de la tecnología de la informática”. En La educación en la era de la informática. p. 23.
[5] Cfr. Alexander J. Romiszowski. “Nuevas tecnologías para la formación de recursos humanos: ¿qué da resultado? ¿Qué tiene sentido?” En La educación en la era de la informática. p. 67
[6] Cfr. Peter T. Knight. “La vida media del conocimiento y la reforma estructural del sector educación”. En La educación en la era de la informática. p. 55 ss.
[7] Cfr. Niklas Luhmann y Raffaele de Georgi. Teoría de la sociedad. México, U de G, UIA, ITESO, 1993. p. 179 ss.
[8] En este sentido, Steve Jobbs afirma que “Para tener éxito con la introducción de computadoras, no se pueden dejar intactos los programas de estudios y la jornada escolar”. “Enseñanzas de Apple Computer: los niños no puede esperar”. En La educación en la era de la informática. p. 94.
[9] Cfr. Laurence Wolff. “Costa Rica: las computadoras en la enseñanza secundaria”. En La educación en la era de la informática. p. 134.
[10] Cfr. Linda M. Harasim. “La Internet y las intranets para la formación teórica y práctica: marco de acción para América Latina y el Caribe” en La educación en la era de la informática. p. 194.
[11] Cfr. W. J. Pelgrum. “Hacia una nueva cultura de la educación. Posibilidades y desafíos para una reforma del aprendizaje en Europa”. En La educación en la era de la informática. p. 121.
[12] Claudio de Moura Castro. “Las computadoras en las escuelas: cómo evitar los errores del pasado”. En La educación en la era de la informática. p. 108.
[13] Cfr. Clifford Block. “Los medios masivos de comunicación al servicio de la educación en América Latina”. En La educación en la era de la informática. p. 147.
[14] Cfr. Wadi D. Haddad. “Educación para todos en la era de la globalización: el papel de la tecnología de la informática”. En La educación en la era de la informática. p. 28.
[15] Cfr. Linda M. Harasim. “La Internet y las intranets para la formación teórica y práctica: marco de acción para América Latina y el Caribe”. En La educación en la era de la informática. p. 198.
[16] Cfr. Claudio de Moura Castro. “Las computadoras en las escuelas”. Loc. cit. En La educación en la era de la informática. p. 109.
[17] Cfr. Wadi D. Haddad. “Educación para todos en la era de la globalización”. Loc. cit. En La educación en la era de la informática. p. 28.
[18] Cfr. W. Bowman Cutter. “La opinión del sector privado: necesidades y oportunidades”. En La educación en la era de la informática. p. 87.
[19] Cfr. Alexander J. Romiszowski. “Nuevas tecnologías para la formación de recursos humanos”. Loc. cit. En La educación en la era de la informática. p. 66.
[20] Cfr. “La vida media del conocimiento y la reforma estructural del sector educativo”. En La educación en la era de la informática. p. 52.
[21] En este sentido, la experiencia de la reforma educativa en Chile es sumamente valiosa como referente. Cfr. Pedro Herpp. “Experiencias chilenas con la informática educativa”. En La educación en la era de la informática. p. 125.
[22] Ibid. p. 124.
[23] Ibid. p. 125.
[24] Ibid. p. 132.
[25] Cfr. Linda M. Harasim. “La Internet y las intranets para la formación teórica y práctica”. Loc. cit. En La educación en la era de la informática. p. 213.
[26] Cfr. Pedro Herpp. “Experiencias chilenas con la informática educativa”. En La educación en la era de la informática. p. 131.
[27] Cfr. Clifford Block. “Los medios masivos de comunicación al servicio de la educación en América Latina”. En La educación en la era de la informática. p. 158.
[28] Cfr. Steve Jobbs. “Enseñanzas de Apple Computer”. Loc. cit. En La educación en la era de la informática. p. 94.
[29] La bibliografía sobre el uso de la televisión para la enseñanza es muy abundante. Cito sólo algunos trabajos clásicos: Henry Dieuzeide. Teaching trough television. France, OECD, 1960. 71 p. Kratochvil, Daniel W. Sesame street: developed by Clindren´s Television Workshop. Palo alto, California, U.S. Department of Health, Education and Welfare, 1971. 45 p. La Télévision scolaire et l´enseignemet scientifique: rappor de la Session d´Études d´Ashridge (juillet 1960) sur l´utilisation de la télévision pour l´enseignement scolaire des sciences et des mathématiques. Paris, Organisation Européenne de Coopération Économique. 1960. 167. Para el caso de México, el éxito de la Telesecundaria es incuestionable, la bibliografía al respecto es también muy abundante. Cito solamente un libro clásico: Televisión y enseñanza media en México: el caso de la Telesecundaria. Coordinado por Alberto Montoya Martín del Campo y Ma. Antonieta Rebeil Corella. México, GEFE, 1983. 206 p.
[30] Cfr. “Claudio de Moura Castro. La educación en la era de la informática: promesas y frustraciones”. En La educación en la era de la informática. p. 42.
[31] Alexander J. Romiszowski. “Nuevas tecnologías para la formación de recursos humanos”. Loc. cit. En La educación en la era de la informática. p. 70.

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