Señor presidente, Platón decía que el
puesto del funcionario encargado de la educación es "con mucho el más
importante de todos los cargos supremos del estado". Mi convicción es que
la persona a la que Usted designe para tan digno cargo debe ser un gran
conocedor de nuestra problemática educativa, una persona culta y letrada, que
haya vivido la realidad de nuestros sistemas educativos, que como alumno y
maestro haya padecido la miseria de nuestros establecimientos, que conozca las
carencias profundas que aquejan a un modelo que basa su eficacia en la
reproducción de conductas triviales, en la formación para el trabajo esclavo,
en la repetición del modelo del trabajador servil que se forma desde la escuela
y cuya vida se desenvolverá en la inflexible trama de instituciones que van de
la guardería al asilo. No podemos seguir apostando a un esquema educativo en el
que las personas tienen éxito precisamente a pesar de lo aprendido en la
escuela, en el que se tiene que desaprender todo lo que se transmitió, porque
en el fondo no es más que condicionamiento, prejuicios y vanas mitologías.
Nuestras escuelas no deben seguir formando a personas condicionadas a repetir
la historia de fracasos y decepciones que ha sido la de sus padres y la de nuestra
muy maltrecha nación. Debemos transformar la realidad del sistema educativo:
los maestros sólo le rinden cuentas a una burocracia aséptica, la burocracia
llena formatos y formularios para justificar su existencia y a la cabeza del
ministerio educativo tenemos hoy una persona que ayer era canciller, antier
ministro de hacienda y tal vez mañana será ministro de salud. Así que, señor
presidente, si Usted quiere que este país cambie, apueste por la transformación
del sistema educativo, elija a alguien con experiencia, a una persona capaz y
formada para hacer realidad el ideal platónico, porque bien o mal, y a pesar de
que el filósofo ateniense fue vendido como esclavo, tenía razones que el
corazón no es capaz de comprender.
El asesor calló. El presidente lo
miró con detenimiento y se levantó de su silla, señalando al asesor para
anunciar la gran decisión: ¡este pendejo está despedido!
Febrero 22 de 2017
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