martes, 23 de abril de 2013

El ojo de la tarde: poema simbólico


EL OJO DE LA TARDE

Javier Brown César 

La tarde

tiene un ojo tan grande

que tiembla la pasión

aunque sea inquebrantable

 

Caen horas como dardos

se imponen

estrategas desperados

alardean con sus horales

 

La tarde y su ojo

son uno en la desgracia

la desgracia indiferente

-a todos desconoce-

 

No importan las horas

la tarde las devora

su ojo no exonera

-así se reconoce-

 

El ojo de la tarde ingrato

da sentencias desiguales

ignora compasiones

¡es el ojo del diablo!

 

18 de enero de 1998

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