viernes, 31 de mayo de 2013

Conferencia sobre la educación presentada en el Estado de México en 2008


LOS RETOS DE LA EDUCACIÓN EN EL NUEVO MILENIO

Javier Brown César

Durante buena parte del siglo XX, a la educación se le atribuyó la resolución de una gran cantidad de problemas políticos, económicos y sociales. Sin embargo la educación está sujeta a una dinámica propia, vinculada a la capacidad de aprendizaje de las personas que participan en procesos educativos.

 

La educación puede ser vista como un complejo “agregado” de imperativos político-técnicos, administrativo-burocráticos y didácticos. Para los políticos, la educación es una de las cartas fuertes de la agenda de gobierno, debido a que la sociedad ve en ella la solución de muchos de sus grandes problemas; la alfabetización, las habilidades matemáticas, el conocimiento de las ciencias y las artes y la posibilidad de obtener un empleo remunerado son parte de lo que la sociedad exige a todo sistema educativo.

 

La administración ha asumido a la educación como uno de sus más grandes retos y durante el siglo XX amplió el poder y la capacidad del Estado para organizar centros educativos, construir aulas y universidades, diseñar laboratorios y talleres, promover la investigación y fomentar la cultura.

 

Desde el punto de vista de la didáctica, la educación tiene ante sí los grandes retos que implican que las personas aprendan a ser, aprendan a hacer, aprendan a convivir y aprendan a aprender. Para la didáctica, lo más importante es que los educandos adquieran competencias basadas en objetivos que se consideran valiosos.

 

En México, la educación enfrenta, en este milenio, retos de gran envergadura. Durante el siglo pasado, la educación básica se expandió de forma notable, al grado de que a principios de este siglo tenemos, a nivel de educación primaria, una cobertura promedio de poco más del 100%, esto significa que todas aquellas personas en edad de cursar estudios primarios pueden hacerlo; sin embargo, el gran reto que encontramos en este nivel es el de la cobertura en educación inicial y preescolar. A esto hay que sumar el rezago educativo, que en México es considerable.

 

Muchos de los grandes desequilibrios que observamos en cuanto al rendimiento de los alumnos y a la capacidad de ingresar, permanecer y concluir exitosamente sus estudios, se deben a la dificultad para acceder a los niveles de educación inicial y preescolar. La educación inicial, que se da a niños desde los 45 días de nacidos hasta los 2 años de edad es fundamental para el desarrollo de habilidades psicomotrices y afectivas; la estimulación temprana es fundamental para que los pequeños comiencen a conocer y explorar el entorno que les rodea. Cuando falta la estimulación temprana pueden darse posteriores problemas de aprendizaje.

 

La educación preescolar que se imparte desde los 3 años es de gran importancia para desarrollar habilidades tempranas. Tanto en el caso de la educación inicial como en el de la educación preescolar tenemos un reto de gran envergadura, ya que muchos niños quedan fuera de estos niveles y al ingresar a primaria están en situación de desventaja con respecto a otros niños que sí pudieron cursar estos estudios.

 

Esta problemática temprana se agrava si los niños provienen de un hogar donde les falte un lugar adecuado para hacer sus tareas y si sus padres, por cualquier razón, pero de manera principal por la falta de tiempo o de estudios o incluso de ambas, no pueden ayudarlos con sus tareas escolares.

 

No cabe duda de que la ampliación de la cobertura a nivel de educación inicial y preescolar es uno de los grandes retos que tiene el sistema educativo en estos momentos. La cobertura en ambos niveles varía, dependiendo de la entidad de la República donde se viva, pero en pocos casos supera el 50% de la demanda potencial.

 

Otro reto importante lo tenemos en el nivel de secundaria, ya que la cobertura es también limitada, sobre todo en el medio rural y urbano marginal. Para hacer frente al reto de aumentar la cobertura se ha desarrollado el sistema de telesecundaria, sin embargo, varios estudios han demostrado que el rendimiento de los alumnos de telesecundaria no es igual al de alumnos de secundarias generales y técnicas. Esto es una terrible paradoja, ya que los alumnos más desfavorecidos reciben una educación que es cualitativamente inferior a la del resto de los alumnos.

 

En secundaria tenemos un reto similar al que enfrentamos en educación inicial y preescolar. La buena noticia es que gracias al bono demográfico, habrá una menor demanda de servicios de educación primaria para las próximas generaciones, esta será una gran oportunidad para mejorar la calidad de la educación en el nivel primario y para aumentar la cobertura y la calidad en educación inicial, preescolar y secundaria.

 

Sin duda, el gran reto que enfrentamos en educación media superior es la dispersión de opciones educativas. La gran variedad de instituciones de educación media superior es una señal clara de que este nivel educativo es de gran importancia para el futuro de México y que debemos promover su mayor integración, así como su adecuada valoración social. En muchas entidades de la República, la educación media superior puede ser el motor del desarrollo científico y tecnológico. Necesitamos técnicos, pero sobre todo valorar que la opción por terminar la escuela en este nivel es valiosa y que no necesariamente carecer de un título del nivel superior es condición de fracaso o sinónimo de desempleo o malos salarios

 

En educación superior, el Estado Mexicano tiene varios retos. Uno de los más importantes es aumentar la inversión en ciencia y tecnología, la cual se mantiene en niveles que usualmente no superan el que en ocasiones son apenas de cerca del 1% del Producto Interno Bruto. Otro reto de la educación superior es el de la calidad, ya que existe un muy desigual estándar de exigencia en las diversas instituciones, tanto en términos de planes y programas de estudio, como de instalaciones, planta docente y niveles de exigencia.

 

A estos retos hay que sumar otros que son transversales al sistema educativo y que aquí enumeraré brevemente:

 

1. La educación pública mexicana no funciona todavía bajo la lógica de la responsabilidad social, dando la impresión de que quienes más se interesan en el logro educativo son la burocracia, el gobierno en turno y los organismos internacionales. La auténtica responsabilidad social en educación exige que el sistema rinda cuentas a la sociedad y sus grupos de interés, que la organización escolar haga lo propio con los padres de familia y el aula a padres y alumnos. La rendición de cuentas y la transparencia, propias de todo sistema democrático no se reducen a cifras e indicadores dados a conocer públicamente, ya que lo más importante es el desempeño concreto de cada persona que está estudiando o que ha egresado del sistema, en ámbitos como el sistema productivo, la vida social y en el régimen democrático.

 

2. Es ya un lugar común suponer que el aumento en el gasto educativo será por sí mismo factor para la mejora en la calidad de la educación. Este supuesto es radicalmente falso, ya que el gran problema de todo sistema educativo no es el monto de los recursos asignados y ejercidos, sino la forma como se gastan. Cualquier aumento en el gasto educativo por sí mismo no necesariamente es causa de mejores resultados y en cambio sí puede causar problemas de distribución y corrupción. En México la mayor parte del gasto se destina a la administración del sistema (específicamente en salarios de burócratas y docentes), quedando disponibles porcentajes menores al 5% del gasto total para proyectos de desarrollo, mejoras en infraestructura, equipamiento de escuelas y otros gastos que capitalizan al propio sistema.

 

3. Las políticas compensatorias fueron desarrolladas por el Estado mexicano bajo el ideal de que el sistema educativo permite una mayor igualdad de oportunidades. Si bien los programas compensatorios han sido un factor de mejoramiento de los estándares del sistema educativo, por sí mismos son insuficientes, si no se acompañan de una adecuada política laboral: muchas personas pueden tener éxito e ingresar y egresar de las escuelas gracias a la realización del principio de igualdad de oportunidades, pero su éxito en la educación puede verse opacado por su fracaso en la vida profesional. El empleo es un factor crítico que en México es particularmente sensible, ya que el mundo del trabajo tiene una problemática propia: antes que a lógica meritocrática los empleos y ascensos están sujetos a la lógica de camarillas y grupos, con una legislación laboral obsoleta, en un medio donde hay corrupción y bajos estándares.

 

4. Los problemas de equipamiento, así como de construcción de aulas, laboratorios, talleres y anexos comienzan con la racionalidad del gasto educativo. A esto hay que sumar que el gasto público es realizado de manera importante a nivel federal, cayendo dramáticamente a nivel estatal y siendo casi inexistente a nivel municipal. Aquí es donde figuras como los patronatos de escuela pueden ser exitosas, así como la promoción de empresas que construyan instalaciones bajo políticas fiscales atractivas y con la posibilidad de que se promocionen mediante placas institucionales, práctica extendida en instituciones privadas, pero poco común en las escuelas públicas estatales y municipales.

 

5. Cooperación.  Las políticas interinstitucionales, sobre todo las preventivas son parte fundamental de la política educativa. Programas conjuntos en materia de salud, seguridad, empleo, turismo, tecnologías de la información y la comunicación, bibliotecas, promoción cultural y artística, entre otros, son de gran importancia para el desarrollo nacional y se basan en la cooperación intensiva de diversas áreas funcionales del gobierno.

 

6 Los mecanismos de evaluación permanentes son el gran reto del sistema, ya que más allá del atractivo que la evaluación presenta para quienes se benefician con cargos a través de institutos autónomos y de las lógicas de los investigadores y expertos en políticas públicas, el sistema requiere desarrollar la capacidad de observarse a sí mismo. Las evaluaciones deben ser sistemáticas y estandarizadas, en todo nivel educativo y al final de cada ciclo escolar, de tal manera que no sólo se pueda medir el desempeño de las escuelas, sino y ante todo, establecer estándares de calidad, con base en comparaciones cuya base sea una metodología uniforme. La gran pregunta por la calidad de nuestras escuelas fue formulada por los ingleses con el paradigma de las escuelas efectivas (efective schools): ¿qué valor agradado le da la escuela a los alumnos? O dicho de otra manera: ¿qué es lo que el alumno sólo obtiene en la escuela? Esta es la pregunta más importante que tenemos que responder cuando evaluamos los procesos de enseñanza-aprendizaje.

 

7. Se ha atribuido a la sociedad y al sector público la valoración de la función magisterial, pero en términos generales no se ha creado una conciencia generalizada en el magisterio de la dignidad de su propia función, esta revaloración implica una nueva mística del servicio: el docente no es un burócrata más, es ejemplo, agente y motor del cambio mediante procesos de enseñanza-aprendizaje.

 

8. La certificación de competencias es un paso importante para el reconocimiento de aprendizajes que no se dan en la escuela, pero el modelo no se debe basar sólo en conocimientos, sino ante todo en problemas y retos. A esto debe vincularse la exigencia de certificados y títulos para todos aquellos que se insertan al mercado laboral como medio para hacerlo más competitivo y transparente.

 

9. Un aspecto fundamental de la reforma curricular es la ampliación de la jornada y el calendario escolares, junto con una revisión juiciosa del actual modelo educativo y sus resultados. Hay que considerar que todo cambio curricular, que no lleva anejo mecanismos intensivos de actualización docente, está condenado al desfase.

 

10. Al día de hoy debería ser evidente que ninguna tecnología, por sí misma, es condición del logro educativo. Hay que considerar que la tecnología educativa más exitosa y revolucionaria sigue siendo la más barata: el pizarrón y la tiza. Cualquier introducción de nuevas tecnologías debe basarse en un juicio previo sobre su pertinencia, relevancia y oportunidad, además de contar con interfases amigables en función de la edad de los educandos y de facilidades para su uso en diferentes entornos de enseñanza-aprendizaje.

 

Conclusión

 

Estos son sólo algunos de los principales retos del sistema educativo Mexicano. En este nuevo milenio podríamos decir que nuestra generación enfrenta una coyuntura particularmente importante que nos exige dejar sentadas las bases para una transformación profunda del sistema educativo para que quienes egresan de nuestras escuelas sean mejores profesionistas, mejores personas y mejores ciudadanos. Si somos capaces de analizar el presente con calma y de soñar en un futuro deseable para nuestros hijos y nietos entonces podremos valorar que una de nuestras mejores alternativas será emprender pronto una auténtica cruzada a favor de la educación publica universal de calidad, con equidad.

 

Muchas gracias

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