jueves, 15 de agosto de 2013

Jürgen Habermas, la sociedad civil y el movimiento social de los jóvenes: fragmento de la introducción



JÜRGEN HABERMAS, LA SOCIEDAD CIVIL Y EL MOVIMIENTO SOCIAL DE LOS JÓVENES
Javier Brown César

I. INTRODUCCIÓN

La portentosa obra de Jürgen Habermas, puede referirse a un tema central: averiguar hasta qué punto es aceptable apropiarse de la tradición de la Modernidad y proseguirla críticamente. Esta tradición tiene su momento de inflexión en la filosofía crítica de Kant. Ya Kant había apuntado, en la Crítica de la razón pura, que: “Todo interés de mi razón (lo mismo especulativo que práctico) está contenido en estas tres preguntas: 1a. ¿Qué puedo saber? 2a. ¿Qué debo hacer? 3a. ¿Qué me es permitido esperar?”. (Canon de la razón pura. Segunda sección). Posteriormente, en la Antropología desde el punto de vista pragmático, Kant considerará que estas preguntas se pueden reducir a una fundamental: ¿Qué es el hombre?

La filosofía crítica de Kant marca el inicio de una tradición del pensamiento que no da nada por hecho y que en todo momento se pregunta por las condiciones de posibilidad de la experiencia y de la acción moral. En su famoso escrito de 1874 ¿Qué es la ilustración? Kant bosquejó el ideal de un proyecto cuyo núcleo es la emancipación de la razón: “La ilustración es la liberación del hombre de su culpable incapacidad. La incapacitad significa la imposibilidad de servirse de su inteligencia sin la guía de otro. Esta incapacidad es culpable porque su causa no reside en la falta de inteligencia sino de decisión y valor para servirse por sí mismo de ella sin la tutela del otro. ¡Sapere aude! ¡Ten el valor de servirte de tu propia razón!: he aquí el lema de la ilustración.

La vena crítica que se desata a raíz de la filosofía kantiana llega al día de hoy a la denuncia de las condiciones que esclavizan al ser humano a los imperativos de sistemas que son indiferentes al sufrimiento humano, al que incluso le dan la espalda. La teoría crítica de la Escuela de Frankfurt se desvió en varias direcciones no concordantes que le hicieron perder su unidad de propósito original; fuertemente inspirada por las ideas sobre la cosificación de Luckacs. Adorno llevó la crítica al ámbito de una teoría estética de dudosas aplicaciones, mientras que Erich Fromm radicalizaba el contenido Freudiano de la teoría y Herbert Marcuse denunciaba las sociedades contemporáneas a la luz del “Malestar en la cultura” debido la represión de los impulsos eróticos en aras de la civilización.

Visto en perspectiva, el proyecto de Habermas inicia con los trabajos pioneros de Adorno y Horkheimer, pero pronto se da una separación tanto del marxismo dogmático como de las ideas fundacionales de la Escuela. Esta vía independiente del pensamiento puede incluso constatarse desde el primer trabajo sobre la esfera pública, su evolución y decadencia. Esta obra refleja ya algunos de los temas del pensamiento habermasiano, como el papel de los medios masivos bajo el modelo del Estado social, el papel de la sociedad civil y el papel de la razón en sociedades donde ésta se ve limitada en su potencial crítico. Ya desde esta obra  Habermas manifiesta la preocupación fundamental porque la razón pueda discurrir libremente y sin distorsiones.

El documento completo puede consultarse en: https://www.pan.org.mx/wp-content/uploads/downloads/2013/07/496.pdf


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