Todo sucedió de manera fortuita,
como se han dado algunos de los más extraordinarios descubrimientos. Fue
durante el transcurso de un experimento que un accidente abrió un portal
intergaláctico. En ese entonces desconocíamos bien su funcionamiento, hoy
tenemos siglos comprenderlo. Un portal intergaláctico, dependiendo de su
posición relativa, permite acceder a galaxias distantes, que se suponía que se tardaría
una prácticamente incontable cantidad de años luz para llegar a ellas. Hoy los
portales nos permiten acceder a galaxias extraordinariamente remotas, en todas
ellas hay vastas colonias de humanos, ubicadas en planetas amigables para la
vida. En un principio todo parecía un sueño, la expansión ilimitada de la raza
humana amenazaba con terminar con la vida en el planeta, pero el acceso al
primer portal nos llevó a explorar varias galaxias con planetas habitables;
ampliamos los portales y transportamos diversas tecnologías disponibles en cada
época, así como todo lo necesario para adaptarnos a los increíbles mundos
descubiertos, muchos de esos mundos los tuvimos que abandonar a su suerte, ante
la increíble colonización que ya sumaba cientos de mundos imposibles de
supervisar, si no queríamos frenar la conquista del espacio, para entonces
bandera de todos los gobiernos y supremo ideal de la humanidad. Eso empezó hace
siglos, desde entonces la humanidad es especie dominante en miles de mundos.
Sin embargo, hasta hoy no hemos encontrado formas de vida inteligentes en
ningún planeta habitable. Los universos son tan vastos que hemos abierto
portales en otras galaxias que nos llevan a planetas nuevos, y no encontramos
más que paraísos turísticos que después se llenan de colonias y visitantes, con
los más extraordinarios escenarios y paisajes. Algunos planetas tienen varias
lunas, hay planetas acuáticos, aéreos, predominantemente terrestres,
pantanosos, áridos, helados, tropicales; en todos ellos hemos establecido
colonias. Se han creado nuevos sistemas económicos en los que se ha impedido el
abuso y la acumulación. Muchas colonias fueron administradas con sobriedad y en
beneficio de toda la humanidad, por acuerdo unánime de las naciones. A planetas
abundantes en recursos se enviaron miles de millones de humanos con tecnología
y conocimientos avanzados que llevaron a la prosperidad a todos sus habitantes.
Hubo diversos experimentos: comunas, imperios, democracias, sistemas
parlamentarios y monárquicos, pero al final imperó el autogobierno local,
basado en la desaparición de grandes entidades nacionales, en la unidad
lingüística y el consenso en torno a valores y principios fundamentales. Pero
en otros mundos, la humanidad no prosperó, pronto hubo conflagraciones y
divisiones interminables, competencia ilimitada por el dominio con base en la
tecnología y rencillas insuperables. Varios de los planetas poblados por la
humanidad, se extinguieron de forma lamentable; el experimento fracasó, como fue
el caso del planeta llamado Tierra.
Septiembre 4 de 2017